Lecturas del
Miércoles de la VII semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec.
III-impar).
PRIMERA
LECTURA Eclo 4, 11-19
A
los que aman la sabiduría, los ama
Lectura del libro del Eclesiástico.
La sabiduría educa a sus
hijos
y se cuida de los que la buscan.
El que la ama, ama la vida,
y los que madrugan por ella se llenarán de gozo. .
El que la adquiere heredara la gloria
y dondequiera que vaya, el Señor lo bendecirá.
Los que la sirven, sirven al Santo, .
y a los que la aman, los ama el Señor.
El que la escucha, juzgará a las naciones,,
y el que a ella se aplica, vivirá seguro.
Si confía en ella la recibirá en herencia
y sus descendientes la tendrán en posesión.
Porque al principio lo lleva por caminos tortuosos
y lo escrutará con cuidado;
le infunde miedo y temblor,
lo atormenta con su disciplina,
hasta que pueda confiar en él,
y lo pone a prueba con sus exigencias.
Pero luego vuelve a él por el camino recto,
lo colma de alegría y le revela sus secretos,
y lo enriquecerá de ciencia y de conocimiento recto.
Si él se desvía, lo abandonará
y lo dejará a merced de su propia ruina.
y se cuida de los que la buscan.
El que la ama, ama la vida,
y los que madrugan por ella se llenarán de gozo. .
El que la adquiere heredara la gloria
y dondequiera que vaya, el Señor lo bendecirá.
Los que la sirven, sirven al Santo, .
y a los que la aman, los ama el Señor.
El que la escucha, juzgará a las naciones,,
y el que a ella se aplica, vivirá seguro.
Si confía en ella la recibirá en herencia
y sus descendientes la tendrán en posesión.
Porque al principio lo lleva por caminos tortuosos
y lo escrutará con cuidado;
le infunde miedo y temblor,
lo atormenta con su disciplina,
hasta que pueda confiar en él,
y lo pone a prueba con sus exigencias.
Pero luego vuelve a él por el camino recto,
lo colma de alegría y le revela sus secretos,
y lo enriquecerá de ciencia y de conocimiento recto.
Si él se desvía, lo abandonará
y lo dejará a merced de su propia ruina.
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor.
Salmo
responsorial Sal 118, 165. 168. 171. 172. 174. 175 (R.: 165a)
R.
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Señor. | Pax multa diligéntibus legem tuam, Dómine. |
V. Mucha
paz tienen los que aman tu ley,
y nada los hace tropezar.
y nada los hace tropezar.
Guardo tus preceptos
y tus mandatos,
y tu tienes presentes mis caminos. R.
y tu tienes presentes mis caminos. R.
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Señor. | Pax multa diligéntibus legem tuam, Dómine. |
V. De mis
labios brota alabanza,
porque me enseñaste tus decretos
porque me enseñaste tus decretos
Mi lengua canta tu
promesa,
porque todos tus preceptos son justos. R.
porque todos tus preceptos son justos. R.
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Señor. | Pax multa diligéntibus legem tuam, Dómine. |
V. Ansío
tu salvación, Señor;.
tu ley es mi delicia.
tu ley es mi delicia.
Que mi alma viva
para alabarte,
que tus mandamientos me auxilien. R.
que tus mandamientos me auxilien. R.
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Señor. | Pax multa diligéntibus legem tuam, Dómine. |
Aleluya Jn
14, 6
R. Aleluya,
aleluya, aleluya.
V. Yo soy el camino y la verdad y la vida -dice el Señor-; nadie va al Padre, sino por mí. R. | Ego sum via, véritas et vita, dicit Dóminus; nemo veni ad Patrem, nisi per me. |
EVANGELIO
Mc 9, 38-40
El que no está
contra nosotros está a favor nuestro
╬
Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria
a ti, Señor.
En aquel tiempo,
Juan dijo a Jesús:
«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».
Jesús respondió:
«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro».
«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».
Jesús respondió:
«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro».
Palabra del Señor.
R.
Gloria a ti, Señor
Jesús.
Papa Francisco, Ángelus 30-septiembre-2018
La gran libertad de Dios al donarse a nosotros constituye un desafío y una exhortación a modificar nuestras actitudes y nuestras relaciones. Es la invitación que nos dirige Jesús hoy. Él nos llama a no pensar según las categorías de «amigo/enemigo», «nosotros/ellos», «quien está dentro/quien está fuera», «mío/tuyo», sino para ir más allá, a abrir el corazón para poder reconocer su presencia y la acción de Dios también en ambientes insólitos e imprevisibles y en personas que forman parte de nuestro círculo. Se trata de estar atentos más a la autenticidad del bien, de lo bonito y de lo verdadero que es realizado, que no al nombre y a la procedencia de quien lo cumple.
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