TÉMPORAS EN 3 DÍAS
Día de acción de gracias
Antífona de entrada Ef 5, 19-20
Cantad y tocad con toda
el alma para el Señor, dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en
nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Monición de
entrada
Presentamos en este día de acción de
gracias y de petición nuestra gratitud a Dios Padre, de quien
procede todo don, por todos los beneficios recibidos. Es la acción
de gracias de la Iglesia, que recoge en su plegaria los sentimientos
de toda la humanidad.
Y con nuestra acción de gracias, nuestra súplica: pedimos perdón y presentamos humildemente nuestras peticiones por cuanto necesitamos, con la confianza de ser escuchados por quien nos ama más que nosotros mismos. Con nuestras súplicas, nos hacemos eco de los deseos y anhelos de todos los que sufren.
Y con nuestra acción de gracias, nuestra súplica: pedimos perdón y presentamos humildemente nuestras peticiones por cuanto necesitamos, con la confianza de ser escuchados por quien nos ama más que nosotros mismos. Con nuestras súplicas, nos hacemos eco de los deseos y anhelos de todos los que sufren.
Oración colecta
Señor Dios, Padre lleno de amor, que diste a nuestros padres de Israel una tierra buena y fértil, para que en ella encontraran descanso y bienestar, y con el mismo amor nos das a nosotros fuerza para dominar la creación y sacar de ella nuestro progreso y nuestro sustento; al darte gracias por todas tus maravillas, te pedimos que tu luz nos haga descubrir siempre que has sido tú, y no nuestro poder, quien nos ha dado fuerza para crear las riquezas de la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo.
Otra misa para el
día de acción de gracias
Antífona de entrada Sal 66, 5
Que canten de alegría
las naciones porque riges el mundo con justicia y gobiernas las
naciones de la tierra.
Oración colecta
Padre de bondad, que,
en tu providencia, entregaste la tierra al hombre, concédenos que
podamos vivir de sus frutos, y emplearlos siempre en alabanza tuya y
en bien de todos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA
PALABRA
Lecturas para
cuando las Témporas se celebran en tres días. Día de acción de
gracias Lec. IV)
PRIMERA
LECTURA (opción 1) Gén 1, 27-30
El dominio del
hombre sobre el mundo es don de Dios
Lectura del libro del Génesis.
Creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.
Dios los bendijo y les dijo:
«Sed fecundos y multiplicaos, llenad
la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo,
y todos los animales que se mueven sobre la tierra».
Y dijo Dios:
«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la tierra y todos los árboles frutales
que engendran semilla: os servirán de alimento. Y la hierba verde servirá de alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra y a todo ser que respira»
Y así fue.
«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la tierra y todos los árboles frutales
que engendran semilla: os servirán de alimento. Y la hierba verde servirá de alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra y a todo ser que respira»
Y así fue.
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor.
Salmo
responsorial Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9. 10 (R.: cf. 7a)
R. Señor,
diste al hombre el mando sobre las obras de tus manos.
V. Cuando
contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado.
¿Qué es el hombre, para que te
acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él?
R. Señor,
diste al hombre el mando sobre las obras de tus manos.
V. Lo
hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de
tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies.
R. Señor,
diste al hombre el mando sobre las obras de tus manos.
V. Rebaños
de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar
que trazan sendas por el mar.
R. Señor,
diste al hombre el mando sobre las obras de tus manos.
V. ¡Señor,
Dios nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la
tierra!
R. Señor,
diste al hombre el mando sobre las obras de tus manos.
PRIMERA
LECTURA (opción 2) Dt 8, 7-18.
Dios te da la
fuerza para adquirir esa riqueza
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo, diciendo:
«Cuando el Señor, tu Dios, te
introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y
veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada,
de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra
en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada,
tierra que lleva hierro en sus rocas, y de cuyos montes sacarás
cobre, entonces comerás hasta saciarte, y bendecirás al Señor, tu
Dios, por la tierra buena que te ha dado.
Guárdate de olvidar al Señor, tu
Dios, no observando sus preceptos, sus mandatos y sus decretos que yo
te mando hoy.
No sea que, cuando comas hasta saciarte, cuando edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes en todo, se engría tu corazón y olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final.
Y no pienses: "Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas".
Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para adquirir esa riqueza, a fin de mantener la alianza que juró a tus padres, como lo hace hoy».
No sea que, cuando comas hasta saciarte, cuando edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes en todo, se engría tu corazón y olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final.
Y no pienses: "Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas".
Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para adquirir esa riqueza, a fin de mantener la alianza que juró a tus padres, como lo hace hoy».
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor.
Salmo
responsorial 1 Crón 29, 10bc.
11abc. 11d- l2a. 12Bcd (R.: 12b)
R. Tú
eres Señor del universo.
V. Bendito
eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.
R. Tú
eres Señor del universo.
V. Tuyos
son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y
tierra.
R. Tú
eres Señor del universo.
V. Tú
eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria.
R. Tú
eres Señor del universo.
V. Tú
eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.
R. Tú
eres Señor del universo.
SEGUNDA
LECTURA (opción 1) Col 3, 15b-17
Revestíos del
amor, que es el vínculo de la unidad perfecta
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los Colosenses
Hermanos:
Sed agradecidos. La Palabra de Cristo
habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con
toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de
corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y, todo lo que de palabra o de obra
realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él.
Palabra de Dios.
R.
Te alabamos, Señor.
SEGUNDA
LECTURA (opción 2) Ap 4, 10-11
Los ancianos se
postran para dar gracias
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi que los veinticuatro
ancianos se postran ante el que está sentado en el trono, adoran al
que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas ante el
trono diciendo:
«Eres digno, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado».
«Eres digno, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado».
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor.
Aleluya
R. Aleluya,
aleluya, aleluya.
V. A
ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos;
a ti, eterno Padre,
te venera toda la creación. R.
EVANGELIO
(opción 1) Lc 17, 11-19
Se postró a los
pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias
╬
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria
a ti, Señor.
Una vez, yendo Jesús camino de
Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en
una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se
pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios.
Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios.
Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
Palabra del Señor.
R. Gloria
a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
(Opción 2) Mc 5, 18-20
Anúnciales lo
que el Señor ha hecho contigo
╬
Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria
a ti, Señor.
En aquel tiempo, mientras Jesús se
embarcaba, el que había estado poseído por el demonio le pidió que
le permitiese estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le
dijo:
«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración de
los fieles
(Formulario
adaptado de la Liturgia de Santiago de Jerusalén).
Imploremos al Dios
de misericordia e invoquemos su nombre con sentimientos dignos de él,
diciendo:
R.
Acuérdate, Señor, y ten piedad.
-
Acuérdate,Señor, del pueblo rescatado por la sangre de tu Hijo:
concédele el espíritu de justicia, paz y concordia, haz que termine
la división en tu Iglesia y danos el espíritu de caridad.
R.
-
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia santa, católica y apostólica,
extendida por todo el universo: concédele, según tu misericordia
infinita, los dones del Espíritu Santo y poder cantar eternamente
tus alabanzas. R.
-
Acuérdate, Señor, de nuestro santo Padre el Papa y de todos los
obispos que proclaman la Palabra de Dios, de los sacerdotes de
nuestra comunidad y de toda la Iglesia, de los diáconos y de todos
los ministros, de toda la familia humana y de todo el pueblo que ama
a Jesucristo. R.
-
Acuérdate, Señor, delos que gobiernan las naciones, frena a los
pueblos que buscan la guerra, ayuda y fortalece a los cristianos:
para que llevemos una vida honesta y pacífica, glorificando tu
nombre. R.
-
Acuérdate, Señor, de los que trabajan en la industria, en la
agricultura y en los servicios: concédenos un tiempo favorable,
lluvias bienhechoras y abundantes cosechas, pues en tiempo oportuno
abres tu mano y sacias de favores a todo viviente. R.
-
Acuérdate, Señor, de todos los necesitados, los ancianos, los
inválidos, los enfermos, los prisioneros, los emigrantes, los
desterrados, los que a causa de tu nombre son perseguidos, y de todos
los que sufren. R.
-
Acuérdate, Señor, en tu gran misericordia, de nosotros, pobres
pecadores e indignos servidores tuyos, y ven a socorrernos, para que
donde abundó nuestro pecado sobreabunde tu gracia. R.
-
Acuérdate, Señor, de aquellos a quienes hoy recordamos: por las
riquezas perecederas dales las riquezas inmortales; por todo lo
temporal concédeles lo eterno, según la promesa que nos hiciste en
Jesucristo, dueño de la vida y de la muerte.
R.
Dios de bondad, ven en ayuda de tus fieles, ven en ayuda de los que te imploran; que no se vean privados de auxilio en la tierra los llamados al reino eterno. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día de acción de gracias
Oración sobre las ofrendas
Dios de bondad, ven en ayuda de tus fieles, ven en ayuda de los que te imploran; que no se vean privados de auxilio en la tierra los llamados al reino eterno. Por Jesucristo nuestro Señor.
Día de acción de gracias
Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, este
sacrificio de alabanza en acción de gracias por los dones que nos
has dado concédenos ofrecer para gloria de tu nombre lo que hemos
recibido sin merecerlo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO COMÚN
IV
Nuestra misma
acción de gracias es un don de Dios
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues aunque no necesitas nuestra
alabanza, ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú inspiras y haces
tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación,
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, unidos a los coros
angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:
R. Santo,
Santo, Santo...
Antífona de la
comunión Sal 137, 1. 3
Te doy gracias, Señor, de todo
corazón, porque cuando te invoqué me escuchaste.
Oración después
de la comunión
Señor, el sacramento de tu Hijo que
hemos ofrecido en acción de gracias, nos lo devuelves como alimento
espiritual, concédenos que, fortalecidos ahora por estos dones que
otorgan virtud y alegría, te sirvamos cada día con mayor entrega y
nos dispongamos a recibir de ti nuevos favores. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Otra misa para
el día de acción de gracias
Oración sobre
las ofrendas
Recibe, Señor, este sacrificio de
acción de gracias por los dones que hasta hoy hemos recibido de tu
bondad, y continúa mostrando tu amor de Padre a quienes tan
generosamente has protegido, así creceremos sin cesar en tu amor y
seremos más fieles en tu servicio. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO COMÚN
IV
Nuestra misma
acción de gracias es un don de Dios
En verdad es justo y necesario, es
nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues aunque no necesitas nuestra
alabanza, ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú inspiras y haces
tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación,
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, unidos a los coros
angélicos, te alabamos proclamando llenos de alegría:
R. Santo,
Santo, Santo...
Antífona de la
comunión Sal 66, 7
La tierra ha dado su fruto; nos
bendice el Señor, nuestro Dios.
Oración después
de la comunión
Padre nuestro, fuente de todo bien,
que nunca defraudas la esperanza de los que a ti acuden, sino que
atiendes siempre los deseos de los que te suplican, te damos gracias
porque has colmado de bienes a tus hijos, y te pedimos que, por esta
eucaristía que hemos celebrado, nos libres de todo mal. Por
Jesucristo nuestro Señor.
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