LITURGIA DE LA
PALABRA
Lecturas del
Martes de la XXI semana del Tiempo Ordinario, año impar (Lec.
III-impar).
PRIMERA
LECTURA 1 Tes 2, 1-8
Queríamos
entregaros no solo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias
personas
Lectura de la primera carta del apóstol
san Pablo a los Tesalonicenses.
Vosotros, hermanos, sabéis
muy bien que nuestra visita no fue inútil; a pesar de los
sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis,
apoyados en nuestro Dios, tuvimos valor para predicaros el Evangelio
de Dios en medio de fuerte oposición.
Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que, en la medida en que Dios nos juzgó aptos para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos: no para contentar a los hombres, sino a Dios, que juzga nuestras intenciones.
Bien sabéis vosotros que nunca hemos actuado ni con palabras de adulación ni por codicia disimulada, Dios es testigo, ni pretendiendo honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado con autoridad; por el contrario, nos portamos con delicadeza entre vosotros, como una madre que cuida con cariño de sus hijos.
Os queríamos tanto que deseábamos entregaros no solo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que, en la medida en que Dios nos juzgó aptos para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos: no para contentar a los hombres, sino a Dios, que juzga nuestras intenciones.
Bien sabéis vosotros que nunca hemos actuado ni con palabras de adulación ni por codicia disimulada, Dios es testigo, ni pretendiendo honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado con autoridad; por el contrario, nos portamos con delicadeza entre vosotros, como una madre que cuida con cariño de sus hijos.
Os queríamos tanto que deseábamos entregaros no solo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor.
Salmo
responsorial Sal 138, 1-3. 4-6 (R.: 1)
R. Señor,
tú me sondeas y me conoces.
Dómine, scrutátus es et cognovísti
me.
V. Señor,
tú me sondeas y me conoces.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
R. Señor,
tú me sondeas y me conoces.
Dómine, scrutátus es et cognovísti
me.
V. No ha
llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
R. Señor,
tú me sondeas y me conoces.
Dómine, scrutátus es et cognovísti
me.
Aleluya Hb
4, 12
R.
Aleluya, aleluya, aleluya.
V. La
palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del
corazón. R.
Vivus est sermo Dei, et éfficax, et
discrétor cogitatiónum et intentiónum cordis.
EVANGELIO
Mt 23, 23-26
Esto es lo que
habría que practicar, aunque sin descuidar aquello
╬
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R. Gloria
a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo:
«Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera».
«Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera».
Palabra del Señor.
R.
Gloria a ti, Señor
Jesús.
Papa Francisco, Homilía en santa Marta 11-octubre-2016
Jesús nos llama, nos invita a hacer el bien con humildad. Puedes hacer todo el bien que quieras, pero si no lo haces humildemente, como nos enseña Jesús, ese bien no sirve, porque es un bien que nace de ti mismo, de tu seguridad, y no de la redención que Jesús nos dio. Pidamos al Señor no cansarnos de ir por esa senda, no cansarnos de rechazar esa religión de las apariencias, del aparentar, del disimulo… E ir silenciosamente haciendo el bien gratuitamente, como gratuitamente hemos recibido nuestra libertad interior. Y que Él proteja esa libertad interior de todos nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No publico comentarios anónimos.