PLEGARIA
EUCARÍSTICA
QUE PUEDE USARSE EN LAS MISAS POR DIVERSAS
CIRCUNSTANCIAS
I.
La
Iglesia, en camino hacia la unidad
1. El siguiente texto de esta plegaria eucarística puede usarse convenientemente con los formularios de las misas, por ejemplo, por la Iglesia, por el papa, por el obispo, para elegir a un papa o a un obispo, por el concilio o sínodo, por los sacerdotes, por el propio sacerdote, por los ministros de la Iglesia, en una reunión pastoral o espiritual.
V.
El Señor esté con vosotros.
Dóminus
vobíscum.
R.
Y con tu espíritu.
Et cum
spíritu tuo.
V.
Levantemos el corazón.
Sursum
corda.
R.
Lo tenemos levantado hacia
el Señor.
Habémus
ad Dóminum.
V.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Grátias
agámus Dómino Deo nostro.
R.
Es justo y necesario.
Dignum et
iustum est.
En verdad
es justo y necesario darte gracias y cantarte un himno de gloria y de
alabanza, Señor, Padre de infinita bondad.
Porque has reunido por medio del Evangelio de tu Hijo a hombres de todo pueblo, lengua y nación, en una única Iglesia, y por ella, vivificada por la fuerza de tu Espíritu, no dejas de congregar a todos los hombres en la unidad.
Porque has reunido por medio del Evangelio de tu Hijo a hombres de todo pueblo, lengua y nación, en una única Iglesia, y por ella, vivificada por la fuerza de tu Espíritu, no dejas de congregar a todos los hombres en la unidad.
Ella
manifiesta la alianza de tu amor, ofrece incesantemente la gozosa
esperanza del reino, y resplandece como signo de tu fidelidad que nos
prometiste para siempre en Jesucristo, Señor nuestro.
Por eso, con todas las potestades del cielo y con toda la Iglesia, te aclamamos en la tierra sin cesar, diciendo a una sola voz:
Por eso, con todas las potestades del cielo y con toda la Iglesia, te aclamamos en la tierra sin cesar, diciendo a una sola voz:
Vere
dignum et iustum est tibi grátias ágere tibíque glóriae et laudis
hymnum cánere, Dómine, Pater infinítae bonitátis.
Quia
verbo Evangélii Fílii tui, ex ómnibus pópulis, linguis et
natiónibus unam Ecclésiam collegísti, per quam, Spíritus tui
virtúte vivificátam, omnes hómines in unum congregáre non
désinis.
Ipsa tuae
dilectiónis testaméntum maniféstans, spem beátam regni
incessánter largítur ac véluti signum tuae fidelitátis respléndet
quam in Christo Iesu Dómino nostro, in aetérnum promisísti.
Et ídeo,
cum ómnibus caelórum Virtútibus, in terris te iúgiter celebrámus,
cum univérsa Ecclésia una voce dicéntes:
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene
en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
Sanctus,
Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth. Pleni sunt caeli et terra
glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus qui venit in nómine
Dómini. Hosánna in excélsis.
2. El
sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Santo eres
en verdad y digno de gloria, Dios que amas a los hombres, que siempre
estás con ellos en el camino de la vida.
Vere
Sanctus es et glorificándus, amátor hóminum Deus, qui semper illis
ades in itínere vitae.
Bendito
es, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros,
cuando somos congregados por su amor, y como hizo en otro tiempo con
sus discípulos, nos explica las Escrituras y parte para nosotros el
pan.
Vere
benedíctus Fílius tuus, qui praesens est in médio nostri cum ab
eius amóre congregámur, et sicut olim pro discípulis nobis
Scriptúras áperit et panem frangit.
3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas,
dice:
Por eso te
rogamos, Padre misericordioso, que envíes tu Espíritu Santo para
que santifique estos dones de pan y vino,
Rogámus
ergo te, Pater clementíssime, ut Spíritum Sanctum tuum emíttas,
qui haec dona panis et vini sanctíficet,
Junta
las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz
conjuntamente, diciendo:
de manera
que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y +
la Sangre
ut nobis
Corpus et + Sánguis fiant
Junta
las manos.
de
Jesucristo, nuestro Señor.
Dómini
nostri Iesu Christi.
4. En
las fórmulas que siguen, las palabras del Señor deben pronunciarse
claramente y
con
precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.
El cual,
la víspera de su pasión, en la noche de la última cena,
Qui
prídie quam paterétur, in suprémae nocte Cenae,
Toma
el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó
pan, te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
accépit
panem et benedíxit ac fregit, dedítque discípulis suis, dicens:
Se
inclina un poco.
TOMAD Y
COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR
VOSOTROS.
ACCÍPITE
ET MANDUCATE EX HOC OMNES: HOC ESTE ENIM CORPUS MEUM, QUOD PRO VOBIS
TRADETUR.
Muestra
el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo
adora, haciendo genuflexión.
5. Después
prosigue:
Del mismo
modo, acabada la cena,
Símili
modo, postquam cenátum est
Toma
el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el
cáliz, te dio gracias y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
accípiens
et cálicem, tibi grátias egit, dedítque discípulis suis, dicens:
Se
inclina un poco.
TOMAD Y
BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE
LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR
MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
ACCÍPITE
ET BÍBITE EX EO OMNES: HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI NOVI ET
AETÉRNI TESTAMENTI, QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN
REMISSIONEM PECCATORUM.
HOC
FÁCITE IN MEAM COMMEMORATIONEM.
Muestra
el cáliz al pueblo, lo deposita sobre el corporal y lo adora,
haciendo genuflexión.
6.
Luego
dice una de las siguientes fórmulas:
Éste es el Misterio de la fe.
Mystérium
fídei:
O
bien:
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo
prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu
resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Mortem
tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur,
donec vénias.
O
bien:
Aclamemos el Misterio de la fe.
Y
el pueblo prosigue, aclamando:
Cada vez que comemos de este pan y
bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que
vuelvas.
Quotiescúmque
manducámus panem hunc et cálicem bíbimus, mortem tuam annuntiámus,
Dómine, donec vénias.
O
bien:
Proclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo
prosigue, aclamando:
Sálvanos,
Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y resurrección.
Salvátor
mundi, salva nos, qui per crucem et resurrectiónem tuam liberásti
nos.
Por eso,
Padre santo, al celebrar el memorial de Cristo, tu Hijo, nuestro
Salvador, al que condujiste por su pasión y muerte en cruz a la
gloria de la resurrección, y lo sentaste a tu derecha, anunciamos la
obra de tu amor hasta que él venga, y te ofrecemos el pan de vida y
el cáliz de bendición.
Unde et
nos, Pater sancte, mémores Christi Fílii tui Salvatóris nostri,
quem per passiónem et mortem crucis ad resurrectiónis glóriam
perduxísti et ad déxteram tuam sedére fecísti, opus tuae
caritátis annuntiámus, donec ipse véniat, tibíque panem vitae et
cálicem benedictiónis offérimus.
Mira con
bondad la ofrenda de tu Iglesia, en la que se hace presente el
sacrificio pascual de Cristo, que se nos ha confiado, y concédenos,
por la fuerza del Espíritu de tu amor, ser contados ahora y por
siempre entre el número de los miembros de tu Hijo, cuyo Cuerpo y
Sangre comulgamos.
In
oblatiónem Ecclésiae tuae, in qua paschále Christi sacrifícium
nobis tráditum exhibémus, réspice propítius, et concéde, ut
virtúte Spíritus caritátis tuae, inter Fílii tui membra, cuius
Córpori communicámus et Sánguini, nunc et in diem aeternitátis
numerémur.
Renueva,
Señor, a tu Iglesia [que
está en N.], con la luz
del Evangelio.
Ecclésiam
tuam, Dómine, (quae est N.),
lúmine rénova Evangélii.
Consolida
el vínculo de unidad entre los fieles y los pastores de tu pueblo,
con nuestro papa N.,
nuestro obispo N.,
Vínculum
unitátis confírma inter fidéles et pastóres plebis tuae, una cum
Papa nostro N. et Epíscopo nostro N.
Aquí
se puede hacer mención del obispo coadjutor o de los obispos
auxiliares: [con el
obispo coadjutor (auxiliar)
N., o
bien: y sus obispos auxiliares, El
obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: conmigo,
indigno siervo tuyo, o
bien, cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano,
dice: con mi hermano N.,
obispo de esta Iglesia de
N.,
y conmigo, indigno siervo tuyo.]
y todo el orden episcopal, para que
tu pueblo brille, en este mundo dividido por las discordias, como
signo profético de unidad y de paz.
et
univérso órdine episcopáli, ut pópulus tuus, hoc in mundo
discórdiis laceráto, unitátis et concórdiae prophéticum signum
elúceat.
Acuérdate
de nuestros hermanos [N. y
N.], que se durmieron en
la paz de Cristo y de todos los difuntos, cuya fe solo tú conociste:
admítelos a contemplar la luz de tu rostro y dales la plenitud de la
vida en la resurrección.
Meménto
fratrum nostrórum (N. et N.),
qui in pace Christi tui dormiérunt omniúmque defunctórum, quorum
fidem tu solus cognovísti: eos ad lumen vultus tui fruéndum admítte
et in resurrectióne dona eis vitae plenitúdinem.
Y,
terminada nuestra peregrinación por este mundo, concédenos,
también, llegar a la morada eterna donde viviremos siempre contigo y
con santa María, la Virgen Madre de Dios, con los apóstoles y los
mártires, [con san N.:
santo del día o patrono],
y, en comunión con todos los santos, te alabaremos y te
glorificaremos
Concéde
nos quoque, terréna exácta peregrinatióne, ad aetérnam perveníre
mansiónem, ubi tecum semper vivémus et cum beáta Vírgine Dei
Genetríce María, cum Apóstolis et martyribus, (cum
Sancto N.: Sancto
diei vel patrono) Sanctísque ómnibus communicántes, te
laudábimus et magnificábimus
Junta
las manos.
Por Jesucristo, Señor nuestro.
per Iesum Christum, Fílium tuum.
Por Cristo, con él y en él, a ti,
Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor
y toda gloria por los siglos de los siglos.
Per
ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipoténti, in
unitáte Spíritus Sancti, omnis honor et glória per ómnia saecula
saeculórum.
El
pueblo aclama:
Amén.
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