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jueves, 23 de enero de 2014

Plegaria Eucarística de la Reconciliación I




PLEGARIAS EUCARÍSTICAS «DE LA RECONCILIACIÓN»
Las plegarias eucarísticas de la Reconciliación pueden usarse en las misas en las que se presenta a los fieles, de un modo particular, el misterio de la reconciliación, por ejemplo en las misas para fomentar la concordia, por la reconciliación, por las paz y la justicia, en tiempo de guerra o desorden, por el perdón de los pecados, para pedir la caridad, del misterio de la santa Cruz, de la santísima Eucaristía, de la preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y en las misas de tiempo de Cuaresma. Aunque disponen de prefacio propio, sin embargo, pueden usarse también con otros prefacios que hagan referencia a la penitencia y a la conversión, como por ejemplo, con los prefacios de Cuaresma.

PLEGARIA EUCARÍSTICA «DE LA RECONCILIACIÓN» I.

1. V. El Señor esté con vosotros.
Dóminus vobíscum.
R. Y con tu espíritu.
Et cum spíritu tuo.
V. Levantemos el corazón.
Sursum corda.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Habémus ad Dóminum.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Grátias agámus Dómino Deo nostro.
R. Es justo y necesario.
Dignum et iustum est.
En verdad es justo y necesario darte gracias siempre, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno: Porque no dejas de alentarnos a tener una vida más plena y, como eres rico en misericordia, ofreces siempre tu perdón e invitas a los pecadores a confiar solo en tu indulgencia.
Nunca te has apartado de nosotros, que muchas veces hemos quebrantado tu alianza, y por Jesucristo tu Hijo, nuestro Redentor,
tan estrechamente te has unido a la familia humana, con un nuevo vínculo de amor,
que ya nada lo podrá romper.
Y ahora, mientras le ofreces a tu pueblo un tiempo de gracia y reconciliación, alientas a esperar en Cristo Jesús a quien se convierte a ti, y le concedes ponerse al servicio de todos los hombres, confiando más plenamente en el Espíritu Santo.
Por eso, llenos de admiración, ensalzamos la fuerza de tu amor y, proclamando la alegría de nuestra salvación, con todos los coros celestiales cantamos el himno de tu gloria diciendo sin cesar:
Vere dignum et iustum est nos tibi semper grátias ágere. Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: Qui ad abundantiórem vitam habéndam nos incitáre non désinis, et, cum sis dives in misericórdia, véniam offérre persevéras ac peccatóres invítas ad tuae solum indulgéntiae fidéndum.
A nobis autem, qui foedus tuum tóties violávimus, numquam avérsus, humánam famíliam per Iesum Fílium tuum, Redemptórem nostrum, novo caritátis vínculo tam arcte tibi iunxísti, ut nullo modo possit dissólvi.
Nunc quidem tempus grátiae et reconciliatiónis pópulo tuo praebes, eíque ad te ánimum converténti in Christo Iesu speráre concédis cunctísque homínibus tríbuis deservíre, dum plénius Spirítui Sancto se cóncredit.
Et ídeo, admiratióne perfúsi, tui amóris virtútem extóllimus nostrúmque de salúte gáudium profiténtes, cum innúmeris caeléstium turbis hymnum concínimus, sine fine dicéntes:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dóminus Deus Sábaoth. Pleni sunt caeli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.

2. El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Santo eres en verdad, Señor, que desde el principio del mundo obras siempre para que el hombre sea santo, como tú mismo eres santo.
Vere Sanctus es, Dómine, qui ab orígine mundi semper operáris ut, sicut Sanctus es ipse, sanctus fiat homo.

3. Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Te pedimos que mires los dones de tu pueblo, y derrames sobre ellos la fuerza de tu Espíritu
Réspice, quaesumus, múnera pópuli tui et super ea Spíritus tui virtútem effúnde
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
para que se conviertan en el Cuerpo y + la Sangre
ut Corpus et + Sanguis fiant
Junta las manos
de tu amado Hijo, Jesucristo, en quien nosotros también somos hijos tuyos.
dilécti Fílii tui, Iesu Christi, in quo et nos fílii tui sumus.

Aunque en otro tiempo estábamos perdidos y éramos incapaces de acercarnos a ti, nos amaste hasta el extremo:
Quamvis vero olim pérditi tibi appropinquáre nequirémus, summo nos amóre dilexísti:
tu Hijo, que es el único Justo, se entregó a sí mismo a la muerte, aceptando ser clavado en la cruz por nosotros.
Fílius enim tuus, qui solus est Iustus, morti trádidit seípsum, ligno crucis pro nobis non dedignátus affígi.

Pero antes de que sus brazos, extendidos entre el cielo y la tierra, trazasen el signo indeleble de tu alianza, el mismo quiso celebrar la Pascua con sus discípulos.

Sed ántequam bráchia eius inter caelum et terram exténta efficeréntur tui foederis indelébile signum, ipse cum discípulis suis Pascha vóluit celebráre.

4. En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión, como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.
Mientras comía con ellos,
Convéscens autem,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó pan y dando gracias te bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo:
accépit panem et tibi grátias agens benedíxit, fregit et dedit illis, dicens:
Se inclina un poco.
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
ACCÍPITE ET MANDUCATE EX HOC OMNES: HOC ESTE ENIM CORPUS MEUM, QUOD PRO VOBIS TRADETUR.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión.

5. Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena, sabiendo que iba a reconciliar todas las cosas en sí mismo, por su sangre derramada en la cruz,
Simíliter, postquam cenátum est, sciens se ómnia in seípso reconciliatúrum per sánguinem suum in cruce fundéndum,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
accépit cálicem, genímine vitis replétum, et íterum tibi grátias agens discípulis suis trádidit, dicens:
Se inclina un poco.
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
ACCÍPITE ET BÍBITE EX EO OMNES: HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI NOVI ET AETÉRNI TESTAMENTI, QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN REMISSIONEM PECCATORUM.
HOC FÁCITE IN MEAM COMMEMORATIONEM.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión.

6. Luego dice:
Éste es el Misterio de la fe.
Mystérium fídei:
O bien:
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias.
O bien:
Aclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
Quotiescúmque manducámus panem hunc et cálicem bíbimus, mortem tuam annuntiámus, Dómine, donec vénias.
O bien:
Proclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Sálvanos, Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y resurrección.
Salvátor mundi, salva nos, qui per crucem et resurrectiónem tuam liberásti nos.

7. Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Así, pues, al hacer el memorial de tu Hijo Jesucristo, nuestra Pascua y nuestra paz verdadera, celebramos su muerte y resurrección de entre los muertos, y, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, Dios fiel y misericordioso, la víctima que reconcilia a los hombres contigo.
Mémores ígitur Fílii tui Iesu Christi, qui Pascha nostrum est et pax nostra certíssima, mortem eius et resurrectiónem ab ínferis celebrámus atque, beátum eius advéntum praestolántes, offérimus tibi, qui fidélis et miséricors es Deus, hóstiam, quae hómines tecum reconcíliat.

Mira bondadosamente, Padre misericordioso, a quienes unes a ti por el sacrificio de tu Hijo, y concédeles, por la fuerza del Espíritu Santo, que, participando de un mismo pan y de un mismo cáliz, formen en Cristo un solo cuerpo, en el que no haya ninguna división.
Réspice, benígnus, clementíssime Pater, quos tibi coniúngis Fílii tui sacrifício, ac praesta ut, Spíritus Sancti virtúte, ex hoc uno pane et cálice partícipes, in unum corpus congregéntur in Christo, a quo omnis auferátur divísio.

Guárdanos siempre en comunión de fe y amor, con nuestro papa N., y con nuestro obispo N.
In communióne mentis et cordis nos semper serváre dignéris una cum Papa nostro N. et Epíscopo nostro N.
Puede hacerse también mención del obispo coadjutor o de los obispos auxiliares. [y con el obispo coadjutor (auxiliar) N. o bien: y sus obispos auxiliares. El obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: y conmigo, indigno siervo tuyo. o bien, cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano, dice: con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N., y conmigo, indigno siervo tuyo.]

Ayúdanos a esperar la venida de tu reino hasta la hora en que nos presentemos a ti, santos entre lossantos del cielo, con santa María, la Virgen Madre de Dios, con los apóstoles y con todos los santos, y con nuestros hermanos difuntos, que confiamos humildemente a tu misericordia.
Adiuva nos, ut simul advéntum regni tui praestolémus usque ad horam qua tibi adstábimus, sancti inter sanctos in sede caelésti, cum beáta Vírgine Dei Genetríce María, beátis Apóstolis et ómnibus Sanctis atque frátribus nostris defúnctis, quos tuae misericórdiae supplíciter commendámus.

Entonces, liberados por fin de toda corrupción y constituidos plenamente en nuevas criaturas, te cantaremos gozosos la acción de gracias
Tum vero, a corruptiónis vúlnere tandem liberáti et nova plene constitúti creatúra, gaudéntes tibi canémus gratiárum actiónem
Junta las manos.
de tu Ungido, que vive eternamente.
Christi tui, in aetérnum vivéntis.

8. Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, los eleva, y dice:
Por Cristo con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Per ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipoténti, in unitáte Spíritus Sancti, omnis honor et glória per omnia saecula saeculórum.
El pueblo aclama:
Amén.

Después sigue el rito de la comunión.

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