Entrada destacada

Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Miércoles 18 septiembre 2019, Lecturas Miércoles XXIV semana del Tiempo Ordinario, año impar.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del Miércoles de la XXIV semana de Tiempo Ordinario, año impar (Lec. III-impar).

PRIMERA LECTURA 1 Tim 3, 14-16
Es grande el misterio de la piedad
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

Querido hermano:
Aunque espero estar pronto contigo, te escribo estas cosas por si tardo, para que sepas cómo conviene conducirse en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.
En verdad es grande el misterio de la piedad,
el cual fue manifestado en la carne,
justificado en el Espíritu,
mostrado a los ángeles,
proclamado en las naciones,
creído en el mundo,
recibido en la gloria.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 110, 1-2. 3-4. 5-6 (R.: 2a)
R. Grandes son las obras del Señor.
Magna sunt ópera Dómini.
O bien: Aleluya.

V. Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
R. Grandes son las obras del Señor.
Magna sunt ópera Dómini.

V. Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre.
Ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente.
R. Grandes son las obras del Señor.
Magna sunt ópera Dómini.

V. Él da alimento a los que lo temen
recordando siempre su alianza.
Mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,
dándoles la heredad de los gentiles.
R. Grandes son las obras del Señor.
Magna sunt ópera Dómini.

Aleluya Cf. Jn 6, 63c. 68c
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna. R.
Verba tua, Dómine, spíritus et vita sunt; verba vitæ ætérnæ habes.

EVANGELIO Lc 7, 31-35
Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo el Señor:
«A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes?
Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de:
“Hemos tocado la flauta
y no habéis bailado,
hemos entonado lamentaciones,
y no habéis llorado”.
Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: “Tiene un demonio”; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

San Agustín, de quaest. evang. 2, 11
Todas estas cosas se refieren a San Juan y a Jesucristo. Cuando dice: "Nos hemos lamentado y no llorasteis", se refiere a San Juan, cuya abstinencia de comida y de bebida representaba la mortificación de su penitencia. Hablando de esto añade: "Porque vino Juan Bautista, que ni comía pan ni bebía vino; y decís: demonio tiene".
En cuanto se dijo: "Os hemos cantado con flautas y no bailasteis", se refiere al mismo Señor, que comiendo y bebiendo con sus apóstoles, prefigura la alegría del reino de Dios. Por lo que sigue: "Vino el hijo del hombre, que come y bebe".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No publico comentarios anónimos.