COMÚN DE LA
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA. III. En tiempo de Navidad
Antífona de
entrada
La Madre engendró al Rey, que tiene
un nombre eterno; al gozo de la maternidad se une el honor de la
virginidad. Nadie ha sido semejante a ella, ni antes ni después.
Génuit puérpera Regem, cui nomen
aetérnum, et gáudia matris habens cum virginitátis honóre: nec
primam símilem visa est, nec habére sequéntem.
O bien:
Virgen Madre de Dios, el que no cabe
en el universo, al hacerse hombre, se encerró en tu seno.
Virgo Dei Génetrix, quem totus non
capit orbis, in tua se clausit víscera factus homo.
Oración colecta
Oh, Dios, que por la maternidad
virginal de santa María entregaste a los hombres los bienes de la
salvación eterna, concédenos experimentar la intercesión de
aquella por quien hemos merecido recibir al autor de la vida, tu
Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina contigo.
Deus, qui salútis aetérnae, beátae
Maríae virginitáte fecúnda, humáno géneri praemia praestitísti,
tríbue, quaesumus, ut ipsam pro nobis intercédere sentiámus, per
quam merúimus Fílium tuum auctórem vitae suscípere, Dóminum
nostrum Iesum Christum, Fílium tuum. Qui tecum.
O bien:
Oh, Dios, tú quisiste que naciera
del seno de una Virgen el Verbo engendrado por ti desde la eternidad;
concédenos, por intercesión de santa María, que ilumine nuestras
tinieblas con el resplandor de su presencia y que, de su plenitud,
recibamos la alegría y la paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
Deus, cuius Verbum ab aetérno
génitum ex Vírginis útero procédere voluísti, concéde,
quaesumus, ut, beáta María intercedénte, splendóre praeséntiae
suae nostras illúminet ténebras, ac de sua plenitúdine donet nobis
laetítiam et pacem. Qui tecum.
Oración de los
fieles
Hermanos, en este tiempo en que se ha
manifestado la bondad de Dios, nuestro Salvador, hecho hombre,
elevemos nuestras súplicas, confiando no en las obras de nuestra
justicia, sino en la infinita misericordia de Dios, que es nuestro
Padre.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que espere con fe y reciba con gozo a Jesucristo, a quien la Virgen Inmaculada concibió y dio a luz inefablemente. Roguemos al Señor.
- Por todos los pueblos de la tierra, para que Dios hecho Niño instaure la paz que vino a traer con su nacimiento. Roguemos al Señor.
- Por los que sufren hambre, enfermedad o soledad, para que sean
ayudados en su cuerpo y en alma por el misterio del nacimiento de Cristo. Roguemos al Señor.
- Por las familias de nuestra comunidad, para que aprendan a recibir a Cristo, acogiéndolo en los pobres. Roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, que te encomiende nuestras súplicas la Virgen María, que mereció llevar en su seno al Dios, hecho hombre, Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que espere con fe y reciba con gozo a Jesucristo, a quien la Virgen Inmaculada concibió y dio a luz inefablemente. Roguemos al Señor.
- Por todos los pueblos de la tierra, para que Dios hecho Niño instaure la paz que vino a traer con su nacimiento. Roguemos al Señor.
- Por los que sufren hambre, enfermedad o soledad, para que sean
ayudados en su cuerpo y en alma por el misterio del nacimiento de Cristo. Roguemos al Señor.
- Por las familias de nuestra comunidad, para que aprendan a recibir a Cristo, acogiéndolo en los pobres. Roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, que te encomiende nuestras súplicas la Virgen María, que mereció llevar en su seno al Dios, hecho hombre, Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración sobre
las ofrendas
Al celebrar, Señor, los días
santos consagrados por el nacimiento de tu Unigénito en el tiempo y
por el parto de la Virgen María, te pedimos que esta ofrenda nos
santifique y nos conceda renacer en él. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
Beáta témpora celebrántes, quae
per temporálem Unigéniti tui nativitátem et partum Maríae
Vírginis consecrásti, haec oblátio, quaesumus, Dómine, nos
sanctíficet, atque in illo tríbuat renásci. Qui vivit et regnat in
saecula saeculórum.
PLEGARIA
EUCARÍSTICA IV.
Antífona de la
comunión Cf. Lc 11, 27
Bienaventurado el vientre de la
Virgen María, porque llevó al Hijo del eterno Padre.
Beáta víscera Maríae Vírginis,
quae portavérunt aetérni Patris Fílium.
Oración después
de la comunión
Alimentados por el Cuerpo y la
Sangre de tu Verbo encamado, te pedimos, Señor, que estos divinos
misterios, recibidos con gozo en la memoria de la santísima Virgen
María, nos hagan siempre partícipes de la divinidad de tu Hijo. Él,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Incarnáti Verbi tui Córpore et
Sánguine refécti, quaesumus, Dómine, ut haec divína mystéria,
quae in commemoratióne beátae Vírginis Maríae laetánter
accépimus, eiúsdem Fílii tui divinitátis partícipes nos semper
effíciant. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.
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