PLEGARIAS
EUCARÍSTICAS «DE
LA RECONCILIACIÓN»
Las
plegarias eucarísticas de la Reconciliación pueden usarse en las
misas en las que se presenta a los fieles, de un modo particular, el
misterio de la reconciliación, por ejemplo en las misas para
fomentar la concordia, por la reconciliación, por las paz y la
justicia, en tiempo de guerra o desorden, por el perdón de los
pecados, para pedir la caridad, del misterio de la santa Cruz, de la
santísima Eucaristía, de la preciosísima Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo y en las misas de tiempo de Cuaresma. Aunque disponen de
prefacio propio, sin embargo, pueden usarse también con otros
prefacios que hagan referencia a la penitencia y a la conversión,
como por ejemplo, con los prefacios de Cuaresma.
PLEGARIA
EUCARÍSTICA «DE
LA RECONCILIACIÓN» II
1. V.
El Señor esté con vosotros.
Dóminus
vobíscum.
R.
Y con tu espíritu.
Et cum spíritu
tuo.
V.
Levantemos el corazón
Sursum
corda.
R.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Habémus ad
Dóminum.
V.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Grátias
agámus Dómino Deo nostro.
R.
Es justo y necesario.
Dignum et
iustum est.
En
verdad es justo y necesario darte gracias y alabarte, Dios, Padre
todopoderoso, por todo lo que haces en este mundo, por Jesucristo,
Señor nuestro.
Pues en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, sabemos que tú diriges los ánimos para que se dispongan a la reconciliación.
Por tu Espíritu mueves los corazones de los hombres para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano, los pueblos busquen la concordia.
Con tu acción eficaz consigues, Señor, que el amor venza al odio, la venganza deje paso a la indulgencia, y la discordia se convierta en amor mutuo.
Por eso, con los coros celestiales te damos gracias continuamente, y en la tierra proclamamos tu gloria diciendo sin cesar:
Pues en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, sabemos que tú diriges los ánimos para que se dispongan a la reconciliación.
Por tu Espíritu mueves los corazones de los hombres para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano, los pueblos busquen la concordia.
Con tu acción eficaz consigues, Señor, que el amor venza al odio, la venganza deje paso a la indulgencia, y la discordia se convierta en amor mutuo.
Por eso, con los coros celestiales te damos gracias continuamente, y en la tierra proclamamos tu gloria diciendo sin cesar:
Vere
dignum et iustum est nos tibi grátias ágere atque laudes
persólvere, Deus Pater omnípotens, pro ómnibus, quae in hoc mundo
operáris, per Dóminum nostrum Iesum Christum.
Cum
enim genus humánum dissensióne sit atque discórdia divísum,
experiéndo tamen cognóvimus te ánimos fléctere, ut sint ad
reconciliatiónem paráti.
Per
Spíritum namque tuum pérmoves hóminum corda, ut inimíci íterum
in collóquia véniant, adversárii manus coniúngant, pópuli sibi
óbviam quaerant veníre.
Tua
operánte virtúte fit étiam, Dómine, ut ódium vincátur amóre,
últio cedat indulgéntiae, discórdia in mútuam dilectiónem
convertátur.
Quaprópter
cum choris caeléstibus grátias tibi indesinénter agéntes
maiestáti tuae in terris sine fine clamámus:
Santo, Santo,
Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la
tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
Sanctus,
Sanctus, Sanctus, Dóminus Deus Sábaoth. Pleni sunt caeli et terra
glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus qui venit in nómine
Dómini. Hosánna in excélsis.
3.
El sacerdote, con las manos extendidas,
dice:
A ti, pues,
Padre omnipotente, te bendecimos por Jesucristo, tu Hijo, que ha
venido en tu nombre. El es la Palabra de salvación para los hombres,
la mano que tiendes a los pecadores, el camino que nos conduce a tu
paz.
Te ígitur, Pater omnípotens,
benedícimus per Iesum Christum Fílium tuum, qui in tuo nómine
venit. Ipse est pro homínibus Verbum salútis, manus, quam
peccatóribus pórrigis, via, qua pax tua nobis praebétur.
Cuando nos habíamos
apartado de ti por nuestros pecados, Señor, nos reconciliaste
contigo, para que, convertidos a ti, nos amáramos unos a otros por
tu Hijo, a quien entregaste a la muerte por nosotros.
Cum
nosmetípsos a te, Dómine, propter peccáta nostra avertissémus, ad
reconciliatiónem nos reduxísti, ut ad te tandem convérsi nos
ínvicem diligerémus per Fílium tuum, quem in mortem pro nobis
tradidísti.
3. Junta
las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Y ahora,
celebrando la reconciliación que Cristo nos trajo, te suplicamos:
Et
nunc reconciliatiónem a Christo nobis allátam celebrántes, te
deprecámur:
por la efusión
de tu Espíritu santifica estos dones
Spíritus
tui effusióne haec dona sanctífica,
Junta
las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz
conjuntamente, diciendo:
para que se
conviertan en el Cuerpo y + la Sangre de
tu Hijo, que nos mandó celebrar estos misterios.
ut
fiant Corpus et +
Sanguis Fílii tui, cuius mandátum implémus haec celebrántes
mystéria.
Junta
las manos.
4.
En las fórmulas que siguen, las
palabras del Señor han de pronunciarse claramente y con precisión,
como lo requiere la naturaleza de las mismas palabras.
Porque él
mismo, cuando iba a entregar su vida por nuestra liberación, sentado
a la mesa,
Ipse
enim, vitam cum esset datúrus, ut nos liberáret, discúmbens,
Toma
el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó pan en
sus manos, y dando gracias te bendijo, lo partió y se lo dio a sus
discípulos, diciendo:
accépit
panem in manus suas et tibi grátias agens benedíxit, fregit
dedítque discípulis suis, dicens:
Se
inclina un poco.
TOMAD
Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO
POR VOSOTROS.
ACCÍPITE
ET MANDUCATE EX HOC OMNES: HOC ESTE ENIM CORPUS MEUM, QUOD PRO VOBIS
TRADETUR.
Muestra
el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo
adora, haciendo genuflexión.
5. Después
prosigue:
Del mismo modo,
aquella noche,
Símili
modo véspere illo
Toma
el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó en sus
manos el cáliz de la bendición y, proclamando tu misericordia, se
lo dio a sus discípulos, diciendo:
accépit
cálicem benedictiónis in manus suas, tuam cónfitens misericórdiam
dedítque discípulis suis, dicens:
Se
inclina un poco.
TOMAD
Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE
DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR
MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN
CONMEMORACIÓN MÍA.
ACCÍPITE
ET BÍBITE EX EO OMNES: HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI NOVI ET
AETÉRNI TESTAMENTI, QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN
REMISSIONEM PECCATORUM.
HOC
FÁCITE IN MEAM COMMEMORATIONEM.
Muestra
el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora,
haciendo genuflexión.
6. Luego
dice:
Éste es el
Misterio de la fe.
Mystérium
fídei:
O
bien:
Éste es el
Sacramento de nuestra fe.
Y
el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu
muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Mortem tuam
annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec
vénias.
O
bien:
Aclamemos el
Misterio de la fe.
Y
el pueblo prosigue, aclamando:
Cada vez que
comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte,
Señor, hasta que vuelvas.
Quotiescúmque
manducámus panem hunc et cálicem bíbimus, mortem tuam annuntiámus,
Dómine, donec vénias.
O
bien:
Proclamemos el
Misterio de la fe.
Y
el pueblo prosigue, aclamando:
Sálvanos,
Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y resurrección.
Salvátor
mundi, salva nos, qui per crucem et resurrectiónem tuam liberásti
nos.
7. Después
el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Así pues, al
celebrar el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, que nos
dejó esta prenda de su amor, te ofrecemos lo que tú nos entregaste,
el sacrificio de la reconciliación perfecta.
Memóriam
ígitur agéntes Fílii tui mortis et resurrectiónis, qui hoc pignus
dilectiónis suae nobis relíquit, tibi quod nobis tribuísti
offérimus perféctae reconciliatiónis sacrifícium.
Te pedimos
humildemente, Padre Santo, que nos aceptes también a nosotros,
juntamente con tu Hijo, y en este banquete salvífico concédenos el
mismo Espíritu, que haga desaparecer toda enemistad entre nosotros.
Pater sancte, súpplices deprecámur,
ut nos quoque accéptos hábeas cum Fílio tuo et in hoc salutári
convívio eiúsdem Spíritum nobis praestáre dignéris, qui ómnia
áuferat quae nos ínvicem aliénant.
Que este
Espíritu haga de tu Iglesia signo de unidad e instrumento de tu paz
entre los hombres, y nos guarde en comunión con nuestro papa N.,
con nuestro obispo N.,
Ipse Ecclésiam tuam inter hómines
signum effíciat unitátis pacísque tuae instruméntum, et nos in
communióne consérvet cum Papa nostro N. et
Antístite nostro N.
Aquí
se puede hacerse también mención del obispos coadjutor o de los
obispos auxiliares: [con el obispo coadjutor (auxiliar)
N. o
bien: y sus obispos auxiliares. El
obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: conmigo, indigno
siervo tuyo. o bien, cuando celebra un obispo
que no es el ordinario diocesano, dice: con mi hermano
N., obispo de esta Iglesia de N.,
y conmigo, indigno siervo tuyo.]
con los demás
obispos y con todo tu pueblo.
et
cunctis Epíscopis et univérso pópulo tuo.
Así como nos
has congregado ahora, en torno a la mesa de tu Hijo, reúnenos con la
gloriosa Virgen María, Madre de Dios, con tus apóstoles y con todos
los santos, con nuestros hermanos y con los hombres de toda raza y
lengua, que murieron en tu amistad, en el banquete de la unidad
eterna, en los cielos y en la tierra nueva, donde brilla la plenitud
de tu paz,
Quemádmodum
nunc ad mensam Fílii tui nos congregásti, ita nos cóllige cum
gloriósa Dei Genetríce Vírgine María, beátis Apóstolis tuis et
ómnibus Sanctis, cum frátribus nostris, atque homínibus cuiúsvis
stirpis et sermónis in tua amicítia defúnctis, ad perpétuae
unitátis convívium, in caelis novis et terra nova, ubi plenitúdo
pacis tuae refúlget,
Junta
las manos.
en Jesucristo,
Señor nuestro.
in
Christo Iesu Dómino nostro.
8. Toma
la patena con el pan consagrado, y el cáliz, los eleva, y dice:
Por Cristo, con
él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu
Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Per
ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipoténti, in
unitáte Spíritus Sancti, omnis honor et glória per omnia saecula
saeculórum.
El
pueblo aclama:
Amén.
Después
sigue el rito de la comunión.
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