1. Leer en el Calendario Litúrgico vigente de la Diócesis donde se celebre la Misa.
2. Ir al Misal Romano y preparar los textos de la Misa indicada, o escoger entre las posibilidades que se indican la más conveniente para los fieles que participan: textos de la Misa, prefacio, plegaria eucarística, etc.
3. Escoger el Leccionario, y preparar las lecturas.
4. Preparar la homilía, si la hay, las moniciones y avisos, llevando a la oración los textos de la Misa seleccionados. Recogerse en oración (se pueden rezar algunas oraciones "ad libitum"). Sobre este tema es interesante leer: El sacerdote en la “Praeparatio” y en la Acción de Gracias de la Santa Misa, de la Oficina para las Celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice.
5. Ver la intención por la que hay que aplicar la Misa.
6. Comprobar que está todo preparado en el presbiterio:
- retirar el cubremanteles del altar, ver que los manteles están limpios.
- en la credencia:
- cáliz, purificador limpio, patena con la forma grande, palia (si se usa) y
corporal, que se pueden cubrir con el velo;
- vinageras con agua y vino;
- píxide o copón con formas para los fieles;
- bandeja para la comunión de los fieles;
- lavabo y manutergio.
7. Colocar los libros:
- el Misal, convenientemente señalado con las cintas, en el atril del altar o en la Sede (si no hay libro de la sede).
- el Libro de la Sede en su atril.
- el Leccionario abierto por la primera lectura sobre el ambón.
- Escoger la oración de los fieles.
8. Preparar a los ministros: acólitos, lectores, cantores (ver los cantos) y encargados de la colecta.
9. Encender la megafonía si hace falta, encender micrófonos y probarlos.
10. Encender las velas y las luces necesarias.
11. Lavarse las manos y tener a mano un pañuelo.
12. Revestirse con los ornamentos: amito (a no ser que la forma del alba no lo exija), alba, cíngulo, estola y casulla.
Mientras tanto se puede ir rezando por devoción:
Oraciones al revestirse
Lavabo. Da,
Señor, la virtud a mis manos para que toda mancha sea removida y
pueda servirte con una mente y un cuerpo puros.
Da, Dómine, virtútem mánibus meis
ad abstergéndam omnem máculam; ut sine pollutióne mentis et
córporis váleam tibi servíre.
Empezar con la señal de la cruz.
Amito. Impón,
Señor, sobre mi cabeza el yelmo de salud, para combatir las
asechanzas diabólicas.
Impóne, Dómine, cápiti meo gáleam
salútis ad expugnándos diabólicos incúrsus.
Alba. Purifica,
Señor, y limpia mi corazón, para que purificado con la sangre del
Cordero merezca el gozo sempiterno.
Deálba me, Dómine, et munda cor
meum; ut in Sánguine Agni dealbátus gáudiis pérfruar sempitérnis.
Cíngulo. Cíñeme,
Señor, con el cíngulo de la pureza y extingue en mis miembros el
humor libidinoso, para que permanezca en mí la virtud de la
continencia y castidad.
Præcínge me, Dómine, cíngulo
puritátis et extíngue in lumbis meis humórem libídinis, ut máneat
in me virtus continéntiæ et castitátis.
Estola.
Devuélveme, Señor, el estado de inmortalidad, que
perdimos con el pecado de nuestros primeros padres: y, aunque indigno
de acercarme a tu sagrado misterio concédeme la eterna gloria.
Redde mihi, Dómine, stolam
immortalitátis quam pérdidi in prævaricatióne primi paréntis, et
quamvis indígnus accédo ad tuum sacrum mystérium, mérear tamen
gáudium sempitérnum.
Casulla. Señor,
que dijiste: mi yugo es suave y mi carga ligera; haz que lo lleve de
tal manera, que me haga digno de conseguir tu gracia. Amén.
Dómine, qui dixísti: iugum meum
suave est et onus meum leve: fac ut istud portáre sic váleam, quod
cónsequar tuam grátiam. Amen.
Oraciones
"ad libitum" de preparación de la Misa. (apéndice del
Misal Romano)
¡Oh mi piadoso Señor Jesucristo! Yo pecador, sin presumir de mis méritos, sino confiando en tu bondad y misericordia, temo y vacilo al acercarme a la mesa de tu dulcísimo convite, pues tengo el cuerpo y el alma manchados por muchos pecados, y no he guardado con prudencia mis pensamientos y mi lengua.
Ad mensam dulcíssimi convívii tui, pie Dómine
Iesu Christe, ego peccátor de própriis meis méritis nihil
praesúmens, sed de tua confídens misericórdia et bonitáte,
accédere véreor et contremísco. Nam cor et corpus hábeo multis
crimínibus maculátum, mentem et linguam non caute custodítam.
Por eso, oh Dios bondadoso, oh tremenda Majestad, yo, que soy
un miserable lleno de angustias, acudo a ti, fuente de misericordia;
a ti voy para que me sanes, bajo tu protección me pongo, y confío
tener como salvador a quien no me atrevería a mirar como juez.
Ergo, o pia Déitas, o treménda maiéstas, ego
miser, inter angústias deprehénsus, ad te fontem misericórdiae
recúrro, ad te festíno sanándus, sub tuam protectiónem fúgio;
et, quem Iúdicem sustinére néqueo, Salvatórem habére suspíro.
A ti, Señor, muestro mis heridas y presento mis flaquezas. Sé
que mis pecados son muchos y grandes, y me causan temor, mas espero
en tu infinita misericordia. Tibi, Dómine, plagas meas osténdo, tibi verecúndiam meam détego. Scio peccáta mea multa et magna, pro quibus tímeo: spero in misericórdias tuas, quarum non est númerus.
Oh Señor Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre, clavado en la cruz por los hombres: mírame con tus ojos misericordiosos, oye a quien en ti espera; Tú que eres fuente inagotable de perdón, ten piedad de mis miserias y pecados.
Réspice ergo in me óculis misericórdiae tuae, Dómine Iesu
Christe, Rex aetérne, Deus et homo, crucifíxus propter hóminem.
Exáudi me sperántem in te: miserére mei pleni misériis et
peccátis, tu qui fontem miseratiónis numquam manáre cessábis.
Salve, víctima de salvación inmolada por mí y por todos los
hombres en el patíbulo de la cruz. Salve, noble y preciosa sangre,
que sales de las llagas de mi Señor Jesucristo crucificado y lavas
los pecados de todo el mundo. Salve, salutáris víctima, pro me et omni humáno génere in patíbulo Crucis obláta. Salve, nóbilis et pretióse Sanguis, de vulnéribus crucifíxi Dómini mei Iesu Christi prófluens, et peccáta totíus mundi ábluens.
Acuérdate, Señor, de esta criatura tuya, redimida por tu sangre. Me arrepiento de haber pecado y deseo enmendar mis errores. Aleja de mí, Padre clementísimo, todas mis iniquidades y pecados, para que, limpio de alma y cuerpo, sea digno de saborear al Santo de los santos.
Recordáre, Dómine,
creatúrae tuae, quam tuo Sánguine redemísti. Paenitet me peccásse,
cúpio emendáre quod feci. Aufer ergo a me, clementíssime Pater,
omnes iniquitátes et peccáta mea, ut, purificátus mente et
córpore, digne degustáre mérear Sancta sanctórum.
Concédeme que esta santa comunión de tu cuerpo y de tu
sangre, que indigno me atrevo a recibir, sea el perdón de mis
pecados, la perfecta purificación de mis delitos, aleje mis malos
pensamientos y regenere mis buenos afectos; conceda eficacia
salvadora a las obras que a ti te agradan; y, finalmente, sea la
firmísima defensa de mi cuerpo y de mi alma contra las asechanzas de
mis enemigos. Amén.
Et concéde, ut haec sancta praelibátio Córporis
et Sánguinis tui, quam ego indígnus súmere inténdo, sit
peccatórum meórum remíssio, sit delictórum perfécta purgátio,
sit túrpium cogitatiónum effugátio ac bonórum sénsuum
regenerátio, operúmque tibi placéntium salúbris efficácia,
ánimae quoque et córporis contra inimicórum meórum insídias
firmíssima tuítio. Amen.
Oración de S.
Tomás de Aquino
Omnipotente y sempiterno Dios, he aquí que me acerco al
sacramento de tu unigénito Hijo Jesucristo, Señor nuestro; me
acerco como un enfermo al médico de la vida, como un inmundo a la
fuente de la misericordia, como un ciego a la luz de la claridad
eterna, como un pobre y necesitado al Señor de cielos y tierra.
Omnípotens sempitérne Deus, ecce accédo ad
sacraméntum Unigéniti Fílii tui, Dómini nostri Iesu Christi,
accédo tamquam infírmus ad médicum vitae immúndus ad fontem
misericórdiae, caecus ad lumen claritátis aetérnae, pauper et
egénus ad Dóminum caeli et terrae.
Imploro la abundancia de Tu infinita generosidad para que te
dignes curar mi enfermedad, lavar mi impureza, iluminar mi ceguera,
remediar mi pobreza y vestir mi desnudez, para que me acerque a
recibir el Pan de los ángeles, al Rey de reyes y Señor de señores
con tanta reverencia y humildad, con tanta contrición y piedad, con
tanta pureza y fe, y con tal propósito e intención como conviene a
la salud de mi alma.
Rogo ergo imménsae largitátis tuae abundántiam,
quátenus meam curáre dignéris infirmitátem, laváre foeditatem,
illumináre caecitátem, ditáre paupertátem, vestíre nuditátem,
ut panem Angelórum, Regem regum et Dóminum dominántium, tanta
suscípiam reveréntia et humilitáte, tanta contritióne et
devotióne, tanta puritáte et fide, tali propósito et intentióne,
sicut éxpedit salúti ánimae meae.
Te pido que me concedas recibir no sólo el sacramento del
cuerpo y de la sangre del Señor, sino la gracia y la virtud de ese
sacramento.
Da mihi, quaeso, domínici Córporis et Sánguinis
non solum suscípere sacraméntum, sed étiam rem et virtútem
sacraménti.
Oh Dios benignísimo, concédeme recibir el cuerpo de tu
unigénito Hijo Jesucristo, Señor nuestro, nacido de Virgen María,
de tal modo que merezca ser incorporado a su cuerpo místico y
contado entre sus miembros.
O mitíssime Deus, da mihi Corpus Unigéniti Fílii
tui, Dómini nostri Iesu Christi, quod traxit de Vírgine María, sic
suscípere, ut córpori suo mystico mérear incorporári et inter
eius membra connumerári.
Oh Padre amantísimo, concédeme contemplar eternamente a tu
querido Hijo, a quien, bajo el velo de la fe, me propongo recibir
ahora. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
O amantíssime Pater, concéde mihi diléctum
Fílium tuum, quem nunc velátum in via suscípere propóno, reveláta
tandem fácie perpétuo contemplári: Qui tecum vivit et regnat in
saecula saeculórum. Amen.
Oh Madre de piedad y de misericordia, Santísima Virgen María, yo miserable e indigno pecador en ti confío con todo mi corazón y mi afecto; acudo a tu piedad para que, así como estuviste junto a tu dulcísimo Hijo, clavado en la cruz, también te dignes estar con clemencia junto a mí miserable pecador, y junto a todos los sacerdotes que aquí y en toda la santa Iglesia van a celebrar hoy, para que, ayudados con tu gracia, ofrezcamos una hostia digna y aceptable en la presencia de la suma y única Trinidad. Amén.
O Mater pietátis et misericórdiae, beatíssima
Virgo María, ego miser et indígnus peccátor ad te confúgio toto
corde et afféctu, et precor pietátem tuam, ut, sicut dulcíssimo
Fílio tuo in Cruce pendénti astitísti, ita et mihi, mísero
peccatóri, et sacerdótibus ómnibus, hic et in tota sancta Ecclésia
hódie offeréntibus, cleménter assístere dignéris, ut, tua grátia
adiúti, dignam et acceptábilem hóstiam in conspéctu summae et
indivíduae Trinitátis offérre valeámus. Amen.
Intención de la S. Misa
Yo quiero celebrar el Santo Sacrificio de la Misa y hacer el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo según el rito de la Santa Iglesia Romana, para alabanza de Dios omnipotente y de toda la Iglesia triunfante, para mi beneficio y el de toda la Iglesia militante, por todos los que se encomendaron a mis oraciones en general y en particular, y por la feliz situación de la Santa Iglesia Romana. Amén.
Ego volo celebráre Missam, et confícere Corpus et Sánguinem Dómini nostri Iesu Christi, iuxta ritum sanctae Románae Ecclésiae, ad laudem omnipoténtis Dei totiúsque Cúriae triumphántis, ad utilitátem meam totiúsque Cúriae militántis, pro ómnibus qui se commendavérunt oratiónibus meis in génere et in spécie, et pro felíci statu sanctae Románae Ecclésiae. Amen.
El Señor omnipotente y misericordioso nos conceda la alegría con la paz, la enmienda de la vida, tiempo de verdadera penitencia, la gracia y el consuelo del Espíritu Santo, y la perseverancia en las buenas obras. Amén.
Gáudium cum pace, emendatiónem vitae, spátium
verae paeniténtiae, grátiam et consolatiónem Sancti Spíritus,
perseverántiam in bonis opéribus, tríbuat nobis omnípotens et
miséricors Dóminus. Amen.
Otras
oraciones de devoción
¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír al Dios, a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!
O felicem virum, beatum Ioseph, cui datum est Deum, quem multi reges voluerunt videre et non viderunt, audire et non audierunt, non solum videre et audire, sed portare, deosculari, vestire et custodire!
V. Ruega por nosotros, bienaventurado José.
Ora pro nobis, beate Ioseph.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Ut digni efficiamur promissionibus Christi.
Oh Dios, que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que, así como san José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Deus, qui dedisti nobis regale sacerdotium: praesta, quaesumus; ut, sicut beatus Ioseph unigenitum Filium tuum, natum ex Maria Virgine, suis manibus reverenter tractare meruit et portare, ita nos facias cum cordis munditia et operis innocentia tuis sanctis altaribus deservire, ut sacrosanctum Filii tui Corpus et Sanguinem hodie digne sumamus, et in futuro saeculo praemium habere mereamur aeternum. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.
A los Ángeles y los Santos
Ángeles, Arcángeles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades, Virtudes de los cielos, Querubines y Serafines, Santos y Santas todos de Dios, especialmente mis Patronos, interceded por mí para que pueda ofrecer dignamente a Dios omnipotente este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre y en beneficio mío y de toda su Santa Iglesia. Amén
Angeli, Archangeli, Throni,
Dominationes, Principatus, Potestates, Virtutes caelorum, Cherubim
atque Seraphim, omnes Sancti et Sanctae Dei, praesertim Patroni mei,
intercedere dignemini pro me, ut hoc sacrificium Deo omnipotenti
digne valeam offerre, ad laudem et gloriam nominis sui et ad
utilitatem meam totiusque Ecclesiae suae sanctae. Amen
Comunión
espiritual
Yo quisiera, Señor, recibiros con
aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra
Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.
Renovación
intención
Señor, yo quiero in persona
Christi renovar el divino sacrificio del Calvario de modo
incruento, y consagrar el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo.
Ofrenda al Amor
Misericordioso
Padre Santo, por el Corazón
Inmaculado de María, os ofrezco a Jesús vuestro Hijo muy amado, y
me ofrezco a mí mismo, en El, por El y con El, a todas sus
intenciones, y en nombre de todas las criaturas.
Introibo
ad altare Dei
Me acercaré al altar de Dios.
Introibo ad
altare Dei.
R.
Al Dios que llena de alegría mi
juventud.
Ad Deum qui
laetificat iuventutem meam.
V.
Júzgame Tú, Dios mío, y no abandones mi causa a
merced de la gente malvada: líbrame del hombre perverso y falaz.
Iudica me, Deus,
et discerne causam meam de gente non sancta: ab homine iniquo, et
doloso erue me.
R.
Pues que Tú eres, oh Dios, mi fortaleza; ¿por qué
me has desechado de Ti? ¿y por qué he de andar triste, cuando me
aflige mi enemigo?
Quia tu es Deus
fortitudo mea: quare me repulisti, et quare tristis incedo, dum
affligit me inimicus?
V.
Envíame tu luz y tu verdad: ellas me han de guiar y
conducir a tu santo monte, hasta llegar a tus tabernáculos.
Emitte lucem
tuam, et veritatem tuam: ipsa me deduxerunt, et adduxerunt in montem
sanctum tuum et in tabernacula tua.
R.
Y me acercaré al altar de Dios; al Dios que llena
de alegría mi juventud.
Et introibo ad
altare Dei: ad Deum qui laetificat iuventutem meam.
V.
Cantaré tus alabanzas con la cítara, oh Dios, Dios mío; ¿por
qué estás triste, alma mía, y por qué me llenas de turbación?
Confitebor tibi
in cithara, Deus, Deus meus: quare tristis es anima mea, et quare
conturbas me?
R.
Espera en Dios, pues todavía he de cantarle alabanzas; por ser Él
mi salvador y mi Dios.
Spera in Deo,
quoniam adhuc confitebor illi: salutare vultus mei, et Deus meus.
Ant.
No te acuerdes, Señor, de nuestros delitos, ni de
los de nuestros padres: no te tomes venganza de nuestros pecados
(T. P. Aleluya).
Ne reminiscaris
Domine delicta nostra, vel parentum nostrorum: neque vindictam sumas
de peccatis nostris. (T.
P. Alleluia.)
Señor, ten
piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.
Kyrie eleison.
Christe eleison. Kyrie eleison.
Padre nuestro.
Pater noster.
V.
No nos dejes caer en la tentación.
Et ne nos inducas
in tentationem.
R.
Y líbranos del mal.
Sed libera nos a
malo.
V.
Yo dije, Señor ten misericordia de mi.
Ego dixi, Domine
miserere mei.
R.
Cura mi alma, porque he pecado contra
ti.
Sana animam meam,
quia peccavi tibi.
V.
Dirígete a nosotros, oh Señor, por un
momento.
Convertere Domine
aliquantulum.
R.
Y ten piedad de tus siervos.
Et deprecare
super servos tuos.
V.
Que tu misericordia, oh Señor, sea con
nosotros.
Fiat misericordia
tua Domine super nos.
R.
Tal como hemos esperado en ti.
Quemadmodum
speravimus in te.
V.
Que tus sacerdotes se vistan de
justicia.
Sacerdotes tui
induantur iustitiam.
R.
Y que tus santos se regocijen.
Et sancti tui
exsultent.
V.
Límpiame de mis faltas ocultas, oh
Señor.
Ab occultis meis
munda me Domine.
R.
Y de los pecados de otros, perdona a tu
siervo.
Et ab alienis
parce servo tuo.
V.
Oh Señor, escucha mi oración.
Domine exaudi
orationem meam.
R.
Y llegue a ti mi clamor.
Et clamor meus ad
te veniat.
V.
El Señor esté con vosotros.
Dominus vobiscum.
R.
Y con tu espíritu.
Et cum spiritu
tuo.
Oremos:
Oh Dios clementísimo, escucha con piedad
nuestras súplicas e ilumina nuestro corazón con la gracia del
Espíritu Santo, para que merezcamos servir con dignidad a tus
misterios y amarte con caridad eterna.
Aures tuae
pietatis, mitissime Deus inclina precibus nostris, et gratia Sancti
Spiritus illumina cor nostrum: ut tuis mysteriis digne ministrare,
teque aeterna caritate diligere mereamur.
Oh Dios, que conoces nuestro corazón y
nuestra voluntad, y que no ignoras ningún secreto: purifica nuestros
pensamientos, infundiéndonos el Espíritu Santo, para que merezcamos
amarte con perfección y alabarte dignamente.
Deus, cui omne
cor patet, et omnis voluntas loquitur, et quem nullum latet secretum,
purifica per infusionem Sancti Spiritus cogitationes cordis nostri:
ut te perfecte diligere, et digne laudare mereamur.
Señor, enciende nuestras entrañas y
nuestro corazón con el fuego del Espíritu Santo, para que te
sirvamos con un cuerpo casto y te agrademos con un corazón limpio.
Ure igne Sancti
Spiritus renes nostros et cor nostrum Domine: ut tibi casto corpore
serviamus, et mundo corde placeamus.
Te pedimos,
Señor, que el Paráclito que procede de Ti ilumine nuestro
entendimiento y nos lleve a conocer la verdad, como tu Hijo nos
prometió.
Mentes nostras,
quaesumus Domine, Paraclitus, qui a te procedit, illuminet: et
inducat in omnem, sicut tuus promisit Filius, veritatem.
Te pedimos, Señor, que nos asista el poder
del Espíritu Santo, para que purifique con clemencia nuestros
corazones y nos defienda de todos los peligros.
Adsit nobis,
quaesumus Domine, virtus Spiritus Sancti: quae et corda nostra
clementer expurget, et ab omnibus tueatur adversis.
Oh Dios, que iluminaste los corazones de los
fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos, según el mismo
Espíritu, conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos
consuelos.
Deus, qui corda
fidelium Sancti Spiritus illustratione docuisti: da nobis in eodem
Spiritu recta sapere, et de eius semper consolatione gaudere.
Te pedimos, Señor, que purifiques nuestras
conciencias para que, al venir Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
encuentre preparada en nosotros su mansión. Él, que vive y reina
contigo por los siglos de los siglos.
Conscientias
nostras, quaesumus Domine, visitando purifica: ut veniens Dominus
noster Iesus Christus Filius tuus, paratam sibi in nobis inveniat
mansionem. Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus,
per omnia saecula saeculorum.
R.
Amen
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