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Domingo 4 diciembre 2022, II Domingo de Adviento, ciclo A.

viernes, 12 de febrero de 2016

Confirmación: Salmos responsoriales, Aleluyas y versículos antes del Evangelio

Ritual de la Confirmación (ed CEE 2022)

Capítulo V

TEXTOS PARA SER UTILIZADOS EN LA CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN

IV. LECTURAS BÍBLICAS
(Cfr. Leccionario V)

75. SALMO RESPONSORIAL

I  Sal 21, 23-24. 26-27. 28 y 31-32 (R.: 23a; cf. Jn 15, 26-27) 

R. Contare tu fama a mis hermanos.
O bien:
R. Cuando venga el Paráclito, vosotros daréis testimonio de mí.

V. Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
«Los que teméis al Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel». R.

V. Él es mi alabanza en la gran asamblea,
cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan.
¡Viva su corazón por siempre! R.

V. Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos.
Mi descendencia lo servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
«Todo lo que hizo el Señor». R.


II  Sal 22, 1b-3. 4. 5. 6. (R.: 1b) 

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

V. Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

V. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

V. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.


III  Sal 95, 1-2a. 2b-3. 9-10a. 11-12 (R.: cf. 3) 

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

V. Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

V. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey». R.

V. Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R.


IV  Sal 103, 1ab y 24. 27-28. 30-31. 33-34 (R.: cf. 30) 

R. Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

V. Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas. R.

V. Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes. R.

V. Envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.
Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras. R.

V. Cantaré al Señor,
tocaré para mi Dios mientras exista:
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R.


V  Sal 116, 1. 2 (R.: Hch 1, 8) 

R. Seréis mis testigos hasta los confines del mundo.
O bien:
R. Aleluya.

V. Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.

V. Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.


VI  Sal 144, 2-3. 4-5. 8-9. 10-11. 15-16. 21 (R.: cf. 1b) 

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Señor.

V. Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R.

V. Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R.

V. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

V. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

V. Los ojos de todos te están aguardando,
tu les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente. R.

V. Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás. R.


76. ALELUYA Y VERSÍCULOS ANTES DEL EVANGELIO

 Jn 14, 16
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito,
que esté siempre con vosotros.

II  Jn 15, 26b. 27a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí 
—dice el Señor—;
y vosotros daréis testimonio. R.

III  Jn 16, 13a; 14, 26d
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Cuando venga el Espíritu de la verdad,
os guiará hasta la verdad plena,
y os irá recordando todo lo que os he dicho. R.

IV  Cf. Ap 1, 5a. 6a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos,
nos has hecho reino y sacerdotes para Dios, su Padre. R.

V
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo. R.

VI
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos la llama de tu amor. R.

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